Una de mis mayores preocupaciones cuando tome rumbo a Cuba, era el calor. Prefiero el frio que el calor, simplemente porque no tolero muy bien el calor.
Cuando aterricé en La Habana era de noche y hacía calorcito, pero era soportable. Pensé en darme un día antes de valorar si realmente hacía tanto calor como yo esperaba. La mañana siguiente, ciertamente hacía calaor, sobre los 28ºC durante todo el día. Había humedad pero no se llevaba muy mal. La verdad es que en los lugares en los que suelo pasar el día están bien equipados con máquinas de frio.
Mi susto fue ayer, cuando me levanté y estaba nublado. Ciertamente, no hacía tanto calor como los días anteriores, pero ni mucho menos hacía frio. Cuando nos dirigimos al trabajo, la persona que habitualmente nos acompaña dijo: «¡Hoy hace mucho frio, ha entrado un frente frio por el norte!» ¡¡¡Hacía 20ºC!!!
Mi reacción fue: «¿Frio? ¿Hace calorcito!»
Su respuesta me dejo pensativo: «Esto es frio, ya verás tu lo que es el calor de Julio y Agosto»
Cuando al calor llaman frio… ¡me preocupo! 😦