Cada ciudad tiene su truquillo, y moverse por La Habana tampoco es dificil. Basta con aprender un par de cositas y estar atento por la calle para acertar a llegar a cualquier punto de la ciudad.
Obviamente, en La Habana no hay metro, pero existen los P (P1, P2, P3, etc.). Son wuawuas que casi siempre están abarrotados. Para ello es necesario aprenderse el recorrido o mirar en los carteles que hay dentro de los autobuses. ¿El problema? que no existe ninguna publicación ni señalización fuera de los propios autobuses. Así que los comienzos son a base de preguntar. El precio es muy económico: 0,40 CUP (0,02 Euros).
Otra opción son los taxis privados. Son coches americanos grandes, donde entran 6 personas que suben y bajan las avenidas (5ª, la 7ª, etc.) los paras y te llevan hasta el punto de esa misma avenida en la que tu quieras bajar. Por supuesto puedes coincidir con otros pasajeros que se monten antes o después y se bajen antes o después. El precio es de 0,50 CUC (0,41 EUR) o 1 CUC (0,82 EUR) si el trayecto es muy largo (las avenidas pueden llegar a tener 6 incluso 7 kilometros).
La opción más cara es la de los taxis públicos. Son considerados servicios para turistas, y la carrera puede salirte a un precio similar al Europeo. Una carrera de 5 o 6 km, 15 CUC aprox. (12 Euros aprox.).
Por supuesto, siempre está la posibilidad de caminar. Y a pesar de que La Habana es extenso está muy bien señalizado. En cada intersección de dos calles se encuentran unos mojones que indican las dos calles que se cruzan. Por ejemplo:
Las avenidas que son paralelas al malecon están numeradas en orden con números impares: 1ª, 3ª, 5ª, 7ª, etc. Las calles que son perpendiculares a estas avenidas tienen numeracíon par: 2º, 4º, 6º, 8º, etc. Como no toda la ciudad es cuadriculada, en algunas zonas las calles se llaman a, b, c, d, e, etc. y luego hay algunas calles más que no cumplen normas y son más dificil de aprender. Pero estas están en las afueras…
Fácil ¿no?
Experiencias desde Cuba 